6 ago 2010

Día 2. Los Ángeles. 13 de mayo 2010. Estudios Universal II Parte.

Con las mariposas revoloteando en el estómago nos dirigimos a lo que más ilusión nos hacía de aquel lugar: el Tour por los estudios. Pero antes repusimos fuerzas con un delicioso pretzel y una limonada, un combo habitual en nosotros, y como nos quedaba bastante tiempo de camino vimos también el The NBC Universal Experience que es como un mini museo con joyas variadas: estatuas de los Oscar (el primer Oscar que vimos en directo fue en nuestro primer viaje a New York, en el museo de la city), story boards de clásicos del cine, bocetos del tiburón de Tiburón, planos arquitectónicos de la mansión de Psicosis, maquetas de lo último en animación, vestuario muy variopinto de las pelis más taquilleras, utillaje, etc etc..




Mi sueño de dirigir una peli en Hollywood empieza por una silla, en esa silla en la que me senté esperando que empezara el Tour de los Estudios Universal en español.



Sin duda el elevado precio de las entradas lo justifica el tour por los estudios. Como diría Carrie en Sex in the City: FABULOSO. No os contaremos mucho, pero os recomendamos que si tenéis la suerte de ir a los estudios vayáis con tiempo para ser los primeros y poder sentaros en el primer vagón donde sólo hay 2 asientos. Así desde esta primera fila tendréis unas vistas privilegiadas a derecha e izquierda y si grabáis el tour con los comentarios del guía con la cámara os quedará “de cine”, jeje!
Los estudios de grabación están distribuidos en un área gigantesca alrededor de esos decorados, la foto la tomamos nada más empezar el tour, aún parados.

Parte de estos decorados se quemaron hace apenas 1 año, pero tranquilos porque como sabéis ya están reconstruyendo las calles de New York en los Universal, donde cada año se ruedan muchísimas pelis como si en verdad estuvieran en la Gran Manzana.












Los decorados de La guerra de los mundos de Spielberg son tan impresionantes que te dejan un rato considerable para poder grabar cada parte.



El guía señaló que para la peli se compró un avión de verdad que luego se destrozaría..














Durante todo el tour hay muuuuchas sorpresas.. algunos efectos especiales y revelación de secretos de cine, diversión y a veces incluso situaciones un poco inquietantes:












En estas pacíficas calles de México de pronto se montó una enorme riada..


Fuimos pasando por toda la geografía mundial en un ratito: Cuba, Italia, Francia.. Todo es tan real, tan verosímil como cualquier calle por la que paseamos. Es como tener una recreación perfecta de los rincones más importantes del mundo formando todos ellos una ciudad intensa y sin igual ya que al girar la esquina puede aparecer cualquier lugar maravilloso reconstruido hasta en su más mínimo detalle..














A mí personalmente me dio un vuelco el corazón al entrar en Wisteria Lane viendo la fastuosa recreación del barrio donde se rueda Mujeres Desesperadas.

















Esa maravillosa curva que junto a la cabecera de la serie que nos pusieron presagiaba un momento incomparable, dentro de las casas se emulan con precisión y exhaustividad todos los detalles como si fueran hogares habitados porque en los períodos de grabación las Mujeres desesperadas viven en ellas, el guía nos fue indicando a quién correspondía cada casa..














Ver la casa de Psicosis es como si de pronto te metieran dentro de un fotograma..



















Menudo terror sentimos todos cuando Norman Bates apareció CÓMO apareció..














Por si el terror no hubiera sido suficiente, después nos llevaron a la típica mansión de las pelis de miedo que grabada de día TAMBIÉN daba miedo, todo inquietante pero también fascinante.



Se removieron dentro de mí todas las ilusiones que había puesto en el viaje de mis sueños, y volví a confirmar estando entre las ficticias calles de México o viendo el chroma key gigante que han utilizado en mil cintas que grabar allí una peli debe ser lo mejor que existe. Es como visitar las entrañas del cine en estado puro, en varios momentos se me puso la piel de gallina y aún hoy no me creo el haber tenido la suerte de poder haber vivido todo aquello. Será algo que nunca nunca podré olvidar.















No os contamos más pero hay muuucho más.. cuando terminó el Studio Tour, como en una nube, intentamos contactar con España para contar todo lo que había visto pero con los rollos de los prefijos y que la cabina era un poco “de pega” no hubo manera.



















Por cierto, dentro de los estudios podéis tomar un batido o comer en el Mels Diner, un clásico de lo más retro:












En la recta final decidimos ver un buen espectáculo musical de The Blues Brothers, los actores-cantantes se mezclan entre el público, ellos y el resto de protagonistas lucen una voz espectacular al aire libre:














Después no pude negarme, tuve que conceder alguna entrevista para mis fans:



















Con las emociones a flor de piel salimos de los Estudios hacía CityWalk, http://www.hardrock.com/locations/cafes3/cafe.aspx?LocationID=63&MIBEnumID=3
y estuvimos a punto de entrar en el restaurante Hard Rock, con un coche americano chulísimo en el centro del local como podéis ver en la foto, pero al final decidimos buscar otro sitio para comer más rápido porque se nos había hecho algo tarde. Aunque el Hard Rock no sería nuestra asignatura pendiente, como más adelante veréis..












Antes de dejar atrás la magia del cine y coger de nuevo el mini bus para volver a la city entramos en mi querido Abercrombie.. Compramos 2 polos preciosos vintage (40 € cada uno), uno azul y otro color chocolate, y una sudadera de primavera azul marino de media manga (45 €) en la que luce Abercrombie Sice 1918 como en letras rotas por delante.. fue un flechazo, aunque también para el presupuesto porque los precios son como en la 5ª Avenida porque aunque tenían algunas prendas con un poco de descuento por desgracia no eran las que me gustaban.














Resueltas las compras cogimos otra vez el mini bus hasta el metro con parada en Highland y allí paramos para comer en uno de nuestros restaurantes fetiche: Jhonny Rockets http://www.johnnyrockets.com/index2.php











Faltó el espectáculo, porque en el momento que comíamos no cantaron ni bailaron pero el sándwich Club Chicken sigue estando para chuparse los dedos, igual que los batidos de fresa que compiten seriamente con los del Starbucks.













Siguiente parada.. la romántica playa de Santa Mónica.

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