10 ago 2010

Día 2. Los Ángeles. 13 de mayo 2010.

Al llegar a nuestra parada dimos un largo paseo por Hollywood Boulevard adentrándonos un poco más entre la multitud y más lejos del perímetro turístico recomendado buscando uno de los restaurantes más de moda por allí, Beso de Eva Longoria. Incluso llegamos a preguntar en información turística de Highland pero como nos temíamos estaba a un buen paseo y cuando llevábamos ya un rato andando decidimos volver sobre nuestros pasos y cenar algo de nuevo en el Jhonny Rockets del Highland.

De camino entramos a una especie de deli mucho más amplio a nivel espacial que los de NY aunque en cantidad y variedad yo diría que igual, allí compramos agua, un snapple y alguna cosita más porque al día siguiente salíamos de madrugada y poca cosa habría abierta a esas horas.

Y allí, en plena noche, cenando en el corazón de Hollywood vimos a un famoso. Un actor-modelo que últimamente sale mucho en series y películas pero del que no recuerdo el nombre aunque es muy conocido, creo que ha salido en Mujeres Desesperadas y se parece un poco al exnovio de Samantha de Sex in the City, Smith Jerrod (Jason Lewis), a ver si alguien lo adivina porque no consigo acordarme de su nombre..!! Y no, no le pedimos ningún autógrafo porque iba caminando como quien va por las calles de su ciudad, como muy tranquilo y el hecho de que llevara gorra de noche hizo que me fijara aunque seguro que su intención era pasar desapercibido.

Después de cenar y de vivir la anécdota de la noche nos separamos un rato y yo solita, como si hubiera vivido allí toda la vida, me fui a ojear un rato las tiendas de Hollywood. Intercambié algún hello con Batman girl y con algunos superhéroes, serían las 23.30 y allí estaban haciéndose fotos con turistas.



















Para terminar un fantástico día regresamos al hotel y fuimos primero al bar-salón interior del Roosevelt , uno de ellos.. lo podéis ver en la foto, la iba a poner en sepia para que sintiérais aún más la solera que tiene pero en color luce fenomenal.

















Después fuimos adonde va todo el famoseo de Hollywood: al mítico bar Tropicana. Casi todas las noches hay fiestas VIP, partys de estrenos de películas o de discos, presentaciones de nuevas temporadas de las series con mayor índice de audiencia como Private Practice o Anatomía de Grey o sencillamente reuniones donde los más guap@s de la ciudad se reúnen, no es raro ver a divas como Beyoncé, actores de nueva generación como Zac Efron o Lindsay Lohan o actores veteranos como George Clooney que van a tomarse un prohibitivo cocktail en una de las barras más vividas de la ciudad o se alojan en una de las suites del hotel con acceso directo a la piscina.













En los jardines de ese cinematográfico bar y en torno a su hermosa piscina nos sentamos un poco, había un ambiente excepcional.














Pero como no teníamos batería en la cámara no podemos dejaros las imágenes de aquello ni de las velitas cuya tintineante luz se reflejaba en el azul hipnótico del agua, allí nos hubiéramos bañado con ropa, o incluso sin ella..














Y con el glamour del Tropicana, de obligada visita, nos fuimos a soñar tatareando en nuestro interior la canción que hace años bailábamos y que ahora cobraba otro sentido: "Siempre quise ir a LA, cruzar un día esa ciudad...".


















Justo antes de caer rendidos en la confortable y colosal cama del hotel nuestra memoria se recreó en todos los maravillosos recuerdos vividos ese día, que desde entonces están protegidos en un cofre mental imaginario que se abriría al día siguiente para dejar pasar a San Francisco..


Próxima parada.. San Francisco